En la costa norte de Chile, en la región de Atacama, se encuentra un destino costero de ensueño: Bahía Inglesa en Caldera.
Con sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y una atmósfera relajada, este pintoresco pueblo pesquero ofrece una escapada ideal para los viajeros que buscan sol, mar y diversión en un entorno natural impresionante.
El principal atractivo de Bahía Inglesa son sus playas de ensueño. La playa principal, Playa Blanca, es una franja de arena blanca bordeada por aguas turquesas y salpicada de palmeras. Es el lugar perfecto para relajarse bajo el sol, nadar en el mar cálido y practicar deportes acuáticos como el snorkel y el buceo.
Otro punto destacado es la Playa La Piscina, una piscina natural de aguas tranquilas y poco profundas que se forma entre las rocas durante la marea baja. Es un lugar popular entre las familias y los niños, ya que ofrece un entorno seguro para nadar y jugar en el agua.
Bahía Inglesa se encuentra a solo 7 kilómetros al sur de la ciudad de Caldera, en la región de Atacama. Desde Caldera, se puede llegar fácilmente en automóvil, taxi o transporte público.
También es posible llegar en bicicleta o a pie, ya que el camino que une las dos localidades ofrece vistas impresionantes del paisaje costero.
Además de disfrutar de las playas, los visitantes pueden explorar los alrededores de Bahía Inglesa y descubrir la rica historia y cultura de la región. La ciudad de Caldera cuenta con varios puntos de interés, como el Museo Paleontológico, que exhibe fósiles y restos de animales prehistóricos encontrados en la zona.
También se recomienda realizar excursiones en barco para explorar las islas cercanas, como la Isla Pan de Azúcar, que alberga una reserva natural con una diversidad única de flora y fauna marina.
Durante el viaje, los visitantes pueden avistar aves marinas, lobos marinos y delfines, y disfrutar de vistas panorámicas de la costa desde el mar.
Bahía Inglesa en Caldera es un destino que deslumbra con su belleza natural, sus playas de arena blanca y sus aguas turquesas. Para los viajeros que buscan un refugio costero en el norte de Chile, este lugar ofrece una oportunidad para desconectar, relajarse y disfrutar de la tranquilidad y la belleza del mar.