Las termas y parques termales de Chile son más de 270 distribuidas por todo el país. Incluso hay fuentes termales aún inexploradas. Algunas están emplazadas en modernos Spas y centros turísticos al nivel del mar, otras en rústicos pozones a más de 3 mil metros de altura. La energía geotérmica ha sido usada para múltiples fines desde la época de los romanos, como fuente de calefacción, como aguas curativas, como centros de relajamiento, etc. Hoy en día, los progresos en los métodos de perforación y bombeo permiten explotar la energía geotérmica en numerosos lugares del mundo, principalmente como un método sencillo y bastante confiable de producir energía eléctrica. Son destacables las centrales de este tipo ubicadas en Italia, Japón, Nueva Zelanda e Islandia. Además de su uso para generar energía eléctrica, la energía geotérmica puede ser usada para suministrar agua caliente sanitaria o para calentar viviendas, oficina, edificios públicos, piscinas e instalaciones agrícola (invernaderos) o piscícolas. En nuestro país todos estos usos aún están en etapa de investigación. En Chile existen alrededor de 270 fuentes termales, distribuidas en todo el territorio nacional, y muchas de ellas inexploradas. Existen desde fuentes ubicadas a nivel del mar a otras ubicadas en lo alto de las montañas a más de 3000 metros de altura, desde fuentes diminutas a verdaderos centros turísticos que abarcan varios kilómetros. Las fuentes de aguas termales se concentran, por lo general, en tres sectores: - El sector del altiplano norte, desde San Pedro de Atacama hasta Putre, zona que reúne cerca de un 20% del total de las aguas termales chilenas, caracterizadas por estar en altura y presentar aguas muy calientes; - La zona de la Falla de Pucuro, en la zona central, la que cuenta con alrededor de 35 fuentes. - La zona de la Falla de Liquiñe-Ofqui, en el sur del Chile, entre la Novena y la Undécima región, desde el volcán Llaima hasta el volcán Hudson. En esta zona existen más de 70 fuentes termales, caracterizadas por estar en paisajes diversos y presentar variedad de temperaturas, desde los 20 y 25 grados a los 80º C, temperatura que no es apta para el ser humano. Respecto a la infraestructura turística, las instalaciones de las termas a lo largo de Chile van desde sencillas pozas al aire libre, rodeadas de imponentes paisajes naturales hasta lujosos SPA e instalaciones con cabinas privadas y tinas de mármol, es decir existen opciones adecuadas a cada gusto y a cada bolsillo. Las termas ubicadas en el norte y que están acondicionadas para el uso turístico, sobre todo en la zona montañosa, son más bien escasas comparadas con las ubicadas en el sur del país. En la mayoría de los casos, las termas ubicadas en la precordillera nortina son piscinas al aire libre ubicadas en quebradas o salares, lugares hermosos y de difícil acceso, pero sin comodidades, aptas sólo para espíritus aventureros.
En el centro de Chile se encuentran algunas de los centros termales más antiguos, como las Termas de Jahuel, al norte de Santiago, que fueron visitadas por Charles Darwin en 1834 durante sus viajes de investigación. En su mayoría las termas de esta zona presentan gran infraestructura e instalaciones pensadas especialmente para el descanso familiar, con áreas de deportes y juegos para niños, entre otros. En el sur de Chile, desde la Novena hasta la Undécima región se encuentran ubicadas más del 30% de las fuentes termales, gracias a la combinación de la actividad volcánica y la falla de Liquiñe-Ofqui que facilitan la filtración de agua de lluvia y nieve. Las instalaciones en esta zona van desde sencillas pozas naturales rodeadas de la exuberante vegetación que crece cerca de las fuentes termales hasta lujosas tinas en hoteles de primera categoría. Ya en el extremo sur de Chile, en la Undécima región junto a la Carretera Austral, encontramos las Termas de Puyuhuapi, para muchos expertos uno de los mejores centros termales del país, rodeadas de un espectacular paisaje y con instalaciones de categoría. Tipos de aguaSegún su origen geológico las aguas termales se dividen en las magmáticas y las telúricas o de infiltración. Las primeras nacen de filones metálicos o eruptivos y que se caracterizan por sus elevadas temperaturas, caudal y grado de mineralización; es la categoría de la mayoría de las termas en Chile. En cambio, las aguas telúricas surgen en cualquier terreno y tienen un nivel de caudal y mineralización menor. Según su composición mineral, las aguas termales se dividen en oligominerales (o de baja cantidad de minerales), medio minerales y minerales. En cuanto a estas últimas, las aguas de Chile pueden dividirse según zonas geográficas: - En el Norte del país, la mayoría de las aguas termales minerales son cloruradas, con gran presencia de sal, potasio, calcio y magnesio. Estas son aguas muy calientes, llegando a los 90º C, y a veces no son aptas para el uso humano como fuentes termales; sin embargo, son útiles para la recuperación de traumatismos y el control del reumatismo, las neuralgias, afecciones respiratorias y problemas de la piel. También en el Norte hay presencia de aguas radioactivas, que se llaman así por la presencia del químico radón. Este tipo de agua tiene propiedades analgésicas y sedantes y son muy recomendadas para combatir el estrés y la ansiedad. - En el Sur, en cambio, las aguas minerales son predominantemente del tipo sulfatadas, cuyos principales componentes son el sulfato de magnesio y la sal común. Éstas presentan temperaturas más bajas que las del Norte, desde los 23º hasta los 70º C, y pueden ser: sódicas-magnésicas, recomendadas por su acción laxante y su efecto positivo dermatológico; sulfatadas-cálcicas, recomendadas en afecciones gástricas, del hígado y de la vesícula y para ayudar a expulsar el exceso de ácido úrico; y sulfatadas-cloruradas, que ayudan a controlar las afecciones digestivas, acné y soriasis. Al visitar una terma hay que tener presente que las aguas no curan enfermedades por sí mismas, pero sí las controlan y mejoran la salud, además de relajar y aliviar el estrés. Sus beneficios quedan en evidencia cuando vemos que el ser humano lleva más de dos milenios acudiendo a ellas, buscando la paz del alma y del cuerpo. AplicacionesPrincipales terapias y aplicaciones del agua termal El uso del agua termal y su mezcla con otros elementos como el barro volcánico, la miel, algas o leche y otros ingredientes, usados con fines terapéuticos y cosmetológicos, es cada día más popular. Hoy en día las personas buscan regresar a la naturaleza y aprovechar todas las virtudes que esta puede otorgar. Los baños termales poseen múltiples beneficios y son muy recomendados para aliviar los traumatismos, los procesos inflamatorios articulares, como la artritis, el reumatismo y las dolencias musculares. En combinación con fisioterapia ayudan también a disminuir la rigidez de las atrofias musculares. En cuanto a su uso dermatológico, el agua termal aplicada en baños o vapor, favorece la expulsión de las toxinas de la piel y mejora su condición general. El agua termal en baños de vapor es usada a su vez para aliviar la sinusitis. El barro termal Uno de los usos más extendidos del agua termal es su combinación con barro o fango de origen volcánico. Esta es la conocida fangoterapia, ya usada por los antiguos egipcios con fines terapéuticos hace 5 mil años. Ya en esa época los expertos en salud notaron que el uso de los sedimentos naturales aliviaba los dolores reumáticos, mejoraba las irritaciones de la piel y revitalizaba los tejidos. El fango no es más que la combinación de agua termal, de los minerales del subsuelo, oligoelementos, restos de rocas micropulverizadas (como silicatos, cuarzo, mica) y restos fósiles de animales y plantas, arrastrados hacia la superficie. Originalmente se le usaba sólo el barro mezclado con agua termal, pero hoy en día se utiliza en conjunto con extractos de plantas, algas marinas, miel, arcillas y aceites de aromaterapia. Algunas de sus propiedades, dependiendo de su uso, son las siguientes: - Como parte de las terapias dermocosméticas, el barro termal favorece la circulación y ayuda a limpiar la piel de toxinas y células muertas. - En combinación con aceites de aromaterapia como el eucaliptos, la lavanda o el pomelo, por ejemplo, producen un efecto de relajación y ayudan a combatir el insomnio, el resfrío, la fatiga y agotamiento, el estrés y las tensiones. - Como mascarilla facial, sólo o en combinación con arcillas, es muy recomendado en casos de eritemas y acné. El barro termal produce un efecto de peeling que puede ser usado en todo el cuerpo a través de mascarillas, eliminando las células muertas y revelando una piel más limpia, joven y fresca. Este tipo de mascarilla no es recomendado en casos graves de psoriasis por su acción desecante. Otros tratamientos En algunas termas, como las Termas de Puyuhuapi, ubicadas en la Undécima región, se aplican también tratamientos complementarios relacionados con las termas, como la talasoterapia, que combina agua de mar tibia y algas marinas, con propiedades exfoliantes y relajantes. En los centros termales también es posible encontrar tratamientos como los masajes de drenaje linfático, que estimulan la eliminación de los líquidos retenidos en el sistema linfático y otras técnicas de masajes con propiedades descontracturantes, relajantes, muy usadas para combatir el estrés, aliviar los dolores de espalda y relajar los músculos en tensión. Al igual que todas las terapias, existen algunas contraindicaciones al uso del agua termal, sobre todo como baños calientes o baños de vapor. Es así como no están recomendadas en personas con problemas cardiovasculares, hipertensión aguda, artritis de tipo psoriásica, y embarazo, entre otras enfermedades. Tampoco deben ser consumidas por personas con gastritis crónica. Listado de TermasA continuación, un listado con las fuentes termales mas conocidas y desarrolladas, ordenadas por zona: Norte Grande Norte Chico Centro Araucanía Los Lagos Patagonia Norte |