La ciudad de Castro, ubicada en la isla de Chiloé en el sur de Chile, es un tesoro histórico que cuenta la historia de la región y su rica tradición cultural.
Con sus coloridas casas de palafitos, iglesias patrimoniales y paisajes encantadores, Castro es un destino imperdible para los amantes de la historia y la arquitectura.
Uno de los atractivos principales de Castro son los palafitos, casas construidas sobre pilotes de madera que se levantan sobre el mar. Estas viviendas de colores vivos son un símbolo de la ciudad y brindan un paisaje pintoresco y encantador. Los visitantes pueden pasear por los muelles y disfrutar de la vista de estas casas únicas, que reflejan la tradición arquitectónica de Chiloé.
La iglesia de San Francisco, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es otra joya histórica de Castro. Esta iglesia de madera, construida en el siglo XVII, es un ejemplo destacado de la arquitectura chilota y combina elementos europeos y autóctonos. Su diseño y detalles artísticos son una muestra del legado cultural de la isla.
El Museo Regional de Castro es otro punto de interés para los amantes de la historia. Aquí se pueden explorar exhibiciones que cuentan la historia de Chiloé, desde sus primeros habitantes hasta la llegada de los colonos españoles.
El museo alberga una colección de artefactos arqueológicos, artesanías tradicionales y objetos relacionados con la historia marítima de la región.
Castro ofrece una variedad de actividades al aire libre. Los visitantes pueden explorar los alrededores de la ciudad y descubrir hermosos paisajes naturales, como playas, lagos y bosques. También es posible disfrutar de paseos en bote por el fiordo de Castro y sus alrededores, donde se pueden observar aves marinas y la vida marina local.
Para llegar a Castro, se puede volar al aeropuerto de El Tepual en Puerto Montt y luego tomar un ferry hasta Chiloé. También es posible llegar en autobús desde diversas ciudades de Chile, ya que la isla está conectada por carretera al continente.
Una vez en Castro, se puede explorar la ciudad a pie o en bicicleta, ya que es un lugar compacto y fácil de recorrer.
En cuanto al alojamiento, Castro cuenta con una variedad de opciones, desde acogedores hostales hasta hoteles boutique. Muchos de ellos están ubicados en los alrededores de los palafitos, lo que permite a los visitantes disfrutar de la auténtica experiencia de alojarse en estas encantadoras viviendas tradicionales.
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