Ya en San Pedro de Atacama, hay que despertarse muy temprano, incluso con temperaturas bajo cero, pero sin quejarse para ir a conocer los géiseres del Tatio en todo su esplendor.
Lo ideal es llegar justo al amanecer, ya que cuanto más frío está el ambiente, más grandes son los géiseres y sus fumarolas, que pueden alcanzar los 70 mts de altura.
Es un placer disfrutar de ver la salida del sol a 4300 metros sobre el nivel del mar.
Hay que tener en cuenta que hay que ir muy abrigados para el amanecer, aunque también tener ropa liviana para cuando salga el sol y caliente el ambiente.
Es un privilegio poder desayunar mirando a los géiseres tirando vapor sin parar. Los mas valientes pueden ponerse el traje de baño y sumergirse en El Pozón, la única piscina permitida para nadar.
Estas aguas contienen muchos minerales, como azufre, arsénico, sal, calcio.
Hay que tener respeto por los géiseres brotan burbujeantes y calientes, ya que algunas pueden superar los 85°. Siempre hay historias de turistas descuidados que terminaron prácticamente hervidos en estas aguas super calientes de montaña.
Cerca se encuentra Caspana, un pueblito minero muy cerca de los géiseres del Tatio.